Entonces veo su carota en
la mitad derecha de la pantalla. Otro asalto repetido del primer plano que no
da respiro.
No sabemos lo que va a
pasar porque no sabemos cual es el plan de Rusia, dice. Occidente prepara
nuevas sanciones, agrega. “Occidente”.
Está en su casa, mira a
cámara. Es lo último que va a decir de Ucrania en el día, aunque apuesto que
después vuelve Putin en sus sueños.
Pero antes piensa,
comiéndose unas papas fritas al lado de la cámara de la compu, que la
desnazificacion se ha vuelto tan grande que termina formando un nuevo tejido
canceroso de renazificacion.
¿No es su forma de
empaquetar lo que debe decir, su forma de filtrar, una forma de
renazificarse?
Se ríe, escucha Trap
porque está viejo. Se ríe.
¿Puede contar eso en la televisión, aunque sea
una televisión por zoom, sin olor a maquillaje? No es tan fácil. Claro, no es
ningún opa. Unas cuantas papas fritas más, algo de porro, algo de merca no
porque está en otra, y entiende que ahora su trabajo es hacer resúmenes y
contenido específico para el lugar por donde habla. Claro, el periodismo
cambia, se adapta, se aburbujea para retener suscriptores. Total en la birreria
puede explotar de post-ironia con los amigos. Después de todo lo bancan por
como aparece en los medios y la pilotea y “la hace re bien “ soltando la charla
que lo deja más inteligente. I suffer from realness , repite el pajero.